siento que esa inconciente felicidad, esa inmadura alegria que abundaba en mi vida se acabo.
Los cambios de rubro, horario, relaciones, estilos y vida han demolido los pilares que construia para soportar el equilibrio buscado y tan deseado.
Solo quedan las ruinas de aquellas ideas, escombros de las columnas que mi inconciente adolescente no supo soldar...