23 de noviembre de 2008

Alma

Abre los ojos que parecen no querer desempañarse mientras desconcertada mira su alrededor, tratando de situarse, de aclarar su atmósfera.
Gira con sus entrecerrados ojos y no observa nada, todo negro, todo oscuro, toda nada.
No siente su respiración, no siente su pulso, no siente.
Va, lentamente, dándose cuenta de esto y se empieza a desesperar, pero mansamente, sigue laxa.
Sigue mirando sus cercanías con la tonta esperanza de ver algo que le haga saber que no esta sola.
Pero lo esta.
Ni un ruido, ni una luz, ni una vida.
No siente su corazón latir que parece haberse cansado de bombear tristemente sin recibir ningún impulso de seguir adelante.
Sus pulmones no se llenan, el cargado oxigeno de la ciudad que solían inspirar y espirar ya no esta, lo dejo.
Sus brazos y piernas no le responden, simplemente están, aunque no los percibe.
Los ojos suavemente se le cierran, sabe lo que se acerca, siente el no sentir.
Su alma la abandona.
De repente luz, un potente resplandor que le muestra el lugar.
Cambia su perspectiva, esta mas alto, mas arriba.
Flota, vuela despreocupadamente con una sonrisa en su cara, cosa que no sucedía hace demasiado ya.
Flota y se ve, lo que antiguamente era, su materia, su cuerpo.
Ve como yace y se va, flotando y volando.
Ya no esta sola, su alma, blanca y pura, la acompaña.

No hay comentarios: