Pablo se preparaba el primer día de la primavera para plantar pinos en el peligroso parque pasando el puente púrpura.
Pepe, su primo, paseaba por el parque pensando en los pajaros que planeaban por las palmeras mientras pablo patinaba hacia el parque.
Una piedrita le provoco la pérdida de una pieza del patín perdiendo el pleno paso, la postura de pablo parecía penosa, podria haber perdido la pierna.
Pepe, en otra aprte del parque, percibió el percance de Pablo, partiendo entre las penumbras para pedir un paramédico.
El peligro del parque era poderoso.
La perspicacia del paisaje parecía pelear.
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