4 de junio de 2012
crónica de un recital al que no fui
The Horrors en La Trastienda
El grupo de rock oriundo de Southend, Inglaterra se presentó el pasado Jueves a las 21 hs en el teatro La Trastienda por el marco de su gira mundial Skying Tour.
The Horrors es una banda británica imposible de catalogar hacia un rumbo directo. En sus comienzos, allá por el año 2007 cuando sacaron su primer álbum titulado Strange House, mostraron un estilo post-punk que fue mutando en su siguiente disco Primary Colours hacia un sitio más oscuro, mezcla entre garaje y dark que le calzó a la perfección a Farris Rotter, excéntrico cantante con el que la agrupación cuenta. Finalmente, su último trabajo titulado Skying (que le da nombre al tour que los trajo a nuestro país) presentó pinceladas de un rock gótico y electrónico con el que alcanzaron un éxito comercial que se les venía negando. En este marco de espontánea fama mundial llevaron a cabo su debut porteño, en el modesto pero acogedor teatro La Trastienda ubicado en la calle Balcarce al 600.
Las expectativas del show comenzaron en la fila que se da previo a todo recital, en el que los fanáticos se agrupan impacientes en los márgenes de la sala para aguardar que el momento llegue y las puertas se abran, permitiéndoles ingresar al auditorio.
Una hora antes de la cita, a las 19 hs, la fila de espectadores, humilde y pequeña, comenzaba a impacientarse ante la negativa de los guardianes de los portones que con gesto adusto rechazaban cualquier ilusión de ingreso.
Pasados 15 minutos, y ante la creciente cola de personas, comenzó el lento y pausado proceso de admisión al publico que entre cacheos y otras medidas de seguridad demoro casi tres cuartos de hora en concretarse.
Al ingresar podía admirarse un teatro pequeño y oscuro, con un escenario en penumbras y numerosos sectores vacíos que tardaron más de lo previsto en llenarse.
Luego de una eterna espera en la que no hubo ni banda telonera ni música de fondo, apenas pasadas las 21 hs las luces del escenario comenzaron a girar en un espiral multicolor, alternando matices azulados y rojizos, dando lugar a la entrada de The Horrors, encabezados por un tímido y narcótico frontman que automáticamente se paro en el centro de la escena, erguido en una pose que transmitía todas las sensaciones que uno puede encontrar en el variado repertorio de la banda que lidera.
Con una voz oscura y grave saludó a los seguidores y pronunció algunas palabras inentendibles que fueron secundadas por un sonido áspero y sombrío de sintetizadores rudos que mutaron a un lugar más pop hasta entonar el particular riff de Mirror´s Image, tema con el que se abría el show.
A medida que pasaba el tema y la voz de Rotter se hacía más y más oscura el sonido comenzó a subir hasta un nivel sublime y así se mantuvo durante Who Can Say y Can See Trough You, la faceta más alegre y bailable que se le puede extraer al grupo.
Finalizado el frenesí desatado por los primeros 3 temas el ambiente bajó las revoluciones con Changing the Rain, un viaje sensorial de guitarras distorsionadas y coros robustos.
Sin dejar de tocar, como si todo fuese parte de un gran y hermoso tema, empezó a sonar de manera hipnótica y mística Dive Inn, que sin previo aviso se transformó en Endlees Blue, un tema magnético y melancólico que depositó a los intérpretes y al publico en un estado oscuro y eclipsado.
Sin avisar ni realizar el tradicional falso saludo, la banda abandono el escenario, poniéndole fin a la primera etapa del show.
Llegando a las 21.40 hs la música volvía a sonar y Joshua Hayward, el andrógeno y enérgico guitarrista principal apareció en escena desgarrando el ambiente con acordes crudos y enfurecidos, entonando Sea within a Sea.
Cerca de las 22 hs la banda presento Still Life, canción ganadora de varios premios y caballito de empuje con el que cuenta la formación, y durante los 6 minutos que se extendió, la voz de Rotter casi fue opacada por una audiencia acompañante y emocionada.
Cuando el reloj marcaba una hora del comienzo, la banda emprendió la despedida entonando You Said, para momentos después cerrar con Moving Further Away, una faceta de melodía ambiental con la que la banda ha experimentado en los últimos tiempos.
Así, dejando un sabor agridulce en la boca de los espectadores, los 5 muchachos lookeados en una combinación entre Robert Smith y Joey Ramone, abandonaron el escenario con un saludo gestual y un paso cansino y tambaleante.
70 minutos duró la presentación de The Horrors, que, inteligentes y egoístas, dieron lo justo y necesario para consolidar una sólida performance pero menos, mucho menos de lo que las 1000 personas que corearon sus nombres esperaban, garantizándose expectativas y ansias, por otro show más.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario