20 de noviembre de 2012

la jaula

Sostenés el libro con violencia contenida, tus dedos parecen clavados a la gastada tapa de cuero de aquel manual de autoayuda escrito por un símil curandero que disfruta de sus 15 minutos codeándose con la espuma social sentado en livings televisivos y profesando paz a pesar de que no encuentra la calma ni en su propia casa.
Te tambaleás, como en un trance infundido por la locura: los sueños no son lo que solían ser. No podés gritar, tenés el alma callada por la dosis pero en la mirada escondes días de verbos impronunciables.
El pelo que alguna vez lucio alisado y prolijo se ha convertido en un caos amarronado y desgastado, calcando el revoltijo emocional que transcurre centímetros más abajo, dentro de tu colapsada cabeza.
Al verme entrar sonreís como si lo sintieras, pero tus labios no dejan de ser una simple mueca, una pose adoptada con el tiempo. La jaula tiene sus manías, y tu sentido, por mas obnubilado que se encuentre, lo percibe.
Hace ya 4 años que hibernás en esta pecera sin ventanas. He llenado carpetas y formularios, que luego releo para intentar encontrar una pista, un signo que me indique donde entrar. El dolor te encontró de pequeña y te topaste con tu límite demasiado rápido. Dejaste de sentir y te fundiste en un estado descuidado que te llevó hacia puertas que no se abrían y calles desoladas. El vino perdió su sabor y fluiste  hacia un rostro sin emoción.
Algún día vas a ser una mujer, pero no puedo hacerte entender que lo que pasó pasará. Estás demasiado frenada, demasiado rota para comprender que la vida es un gran gris que hay que saber soportar.
Te hablo pero no respondés, los ojos siguen fijos en las páginas donde buscás respuestas, a pesar de que sabes que ese no es el lugar donde las vas a hallar.
Parece que has perdido la noción del tiempo aquí adentro, no notás los cabellos blancos que aparecen día a día con mas fervor en mi barba, los cambios de paisaje ni inclusive las tímidas curvas que van apareciendo debajo de tu camisón: estás pausada en un presente sin proyecciones.
Me das la mano y transmitís una pizca de cariño o algo semejante, y por un minuto desvias los ojos hacia los míos, haciéndome sentir que sabés el esfuerzo que hago hurgando en tu pasado para hallar el momento crítico en el que todo se quebró.
No hay espacio para más palabras ni fantasmas, no soporto mirar el fracaso.
Asiento mientras te observo, esbozo media sonrisa y volves al libro, sosteniendo con tu mano libre la muñeca que te regale hace un par de inviernos que, en contraste con todo lo que habita en el cuarto, se encuentra inmaculada y alegre.

Tranquila, ya vamos a llegar.

18 de noviembre de 2012

el falso poder

Desde sus comienzos, los medios de comunicación masiva supieron estar en el ojo de la tormenta en cuanto a controversias, persuasión y cuestiones de poder. Los periódicos supieron sentar posición durante la etapa de la prensa faccional, siendo prácticamente modelos de propaganda de los diferentes partidos políticos que había en la época. Pero con el desarrollo de la prensa moderna y basados en un modelo de empresa los medios comenzaron a tener fines de lucro y su propósito, rol y función cambio. Ya no eran partidarios de una doctrina ideológica (o al menos no lo admitían abiertamente) sino que su fin era informar lo más objetivamente posible para atraer a un mayor número de consumidores y así, generar mayores ganancias. Junto con los diarios, la radio sostuvo un acelerado progreso en las primeras décadas del siglo XX, siendo una plataforma de entretenimiento e información al que ciudadanos de toda clase acudían. La TV y el cine terminaron de masificar, por así decirlo, a los medios de comunicación y su alcance, ingresando en los hogares de miles de personas y convirtiéndose en tema de debate y sitios de referencia. La República Argentina ha transitado, a lo largo de su corta historia, situaciones de conflicto entre los medios dominantes y la clase gobernante, pero nunca con la vehemencia y extremidad como la que ha ocurrido desde que comenzó la primer presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, electa como tal en el 2007, y que se mantiene hasta el día de la fecha, cada vez con mayor ímpetu, acercándose el tan renombrado 7D (sigla que hace alusión al 7 de diciembre del 2012, fecha en la que se pone en vigencia el artículo 161 de la Ley Nº 26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisual) que dio comienzo a una guerra mediática entre el Grupo Clarín y el aparato Kirchnerista. Los medios variaron y varían sus roles, y aún hoy es imposible asegurar con total seguridad una función primordial. ¿Es como esbozaba en sus textos Harold Laswell, que aseguraba que las funciones de los medios eran entretener, educar o informar? ¿Conforman, como dice Ignacio Ramonet, una estructura de poder que controla gobiernos? La historia de los medios de comunicación masiva ha sido veloz y variante, como se ha mencionado anteriormente. El traspaso de la prensa faccional al modelo de prensa moderna con que los medios dejaron de tener un fin doctrinario y político para ser lucrativos cambió, entre muchas cosas, su alcance y efecto. La sociedad fue creciendo y a su par lo fueron haciendo los medios, acompañados de inversión, publicidad y cada vez, mayor consumo. Durante casi todo el siglo XX, los medios supieron ser un sitio de referencia, un lugar en el que los ciudadanos confiaban, por más descabellados que fuesen las transmisiones o los mensajes que los medios brindaban (un perfecto ejemplo para esto se dio en la sociedad norteamericana con el caso de La invasión de Marte de Orson Wells, programa emitido en octubre de 1938 simulando un ataque marciano que generó una gran polémica y reacciones totalmente variadas por parte de la audiencia, que, en una gran parte, creyó como veraz el comunicado emitido por la radio). Los medios ganaban no solo confianza por parte de la sociedad, sino dominio económico e institucional al ver como sus comunicados repercutían en su audiencia; esto se veía en el poder político, a pesar de que los medios toman una postura, supuestamente apolítica, los medios de comunicación de masas no son portadores de una ideología: son en sí mismos una ideología Es de saber popular que aquellas figuras que han sido protegidas por los medios de comunicación han salido victoriosos la mayoría de las veces. Juan Domingo Perón gozaba de una sólida relación con Clarín, diario de mayor alcance, y prácticamente todo el aparato comunicacional supo apoyar el período antidemocrático generado a raíz del golpe militar que duró desde 1976 a 1983. De la misma manera, aquellas figuras que se enemistaban con los grupos hegemónicos, pagaban caro estas batallas. El gobierno de Raúl Alfonsín (presidente desde 1983 a 1989) es el ejemplo más resonante, que se refirió en varios de sus discursos a la mentira que los diarios pronunciaban para atacar su mandato. Sin embargo, y a pesar de las luchas o alianzas entre los gobiernos y los medios, estos últimos supieron ocupar un sitio de privilegio para el pensamiento colectivo: eran un recurso contra el abuso de los poderes. Los periodistas eran vistos como personas nobles que luchaban contra aquellos poderosos que ejercían su fuerza en beneficio propio y contra individuos más débiles, y en muchos casos pagaron muy caro el hecho de ser corajudos y denunciar estos actos: desapariciones, asesinatos, golpizas, siendo uno de los casos más impactantes el de José Luis Cabezas, periodista que por mostrar el desconocido rostro del oculto empresario Alfredo Yabrán, asociado a la mafia y tráfico de armas, fue asesinado y encontrado quemado en su auto una madrugada de enero de 1997. “Por esta razón durante mucho tiempo se ha hablado del cuarto poder. Ese cuarto poder era gracias al sentido cívico de los medios de comunicación Pero con la presidencia de Carlos Saúl Menem (dicho período se extendió desde 1989 hasta 1999), y el auge del neoliberalismo económico, los medios supieron concentrar aún más poder. Al permitirse que los medios ganasen adeptos y se transformasen en multimedios, el cuarto poder fue abandonando su sentido, dejando de ser un estado de contrapoder para los que abusaban de su magnitud. Los medios comenzaron a juntar más y más dominio, transformándose en inmensas empresas multinacionales que invierten ya no solo en materia de comunicación, sino en la bolsa o en mercados como el petrolero. Lejos quedó la postura de Laswell, pareciendo que el fin de los medios no es ni informar, ni educar ni entretener, sino vender y simplemente, crecer y concentrar más poder. La digitalización y la propagación de Internet finalizó de derribar las fronteras que ya la globalización había demolido y de contagiar a los medios la lógica comercial y los objetivos mercantiles del marketing y la publicidad. El pico de este crecimiento se vio en el 2007 cuando el por entonces presidente Néstor Kirchner autorizó como último decreto de su mandato, la fusión de Cablevisión y Multicanal, permitiendo un monopolio por el Grupo Clarín en cuanto a televisación por cable. Pero meses después la relación entre el gobierno Kirchnerista y el principal grupo comunicacional argentino se rompió, comenzando así una interminable disputa entre ambas partes, a la que se fueron sumando una gran cantidad de medios en apoyo a ambos sectores, que sumaron aliados y enemigos, transformándose esta en una lucha de intereses disfrazada de batalla loable en búsqueda de la libertad de expresión. A la par de este crecimiento fue disminuyendo la concepción por parte del público del cuarto poder de los medios: estos ya no gozan de una inmunidad blindada por la veracidad incuestionable de sus actos, sino todo lo contrario. Hoy en día la sociedad se ha vuelta totalmente escéptica para con los medios y los políticos, en gran parte a raíz de la pelea con el aparato gubernamental que puso al descubierto errores e inmoralidades como robos de bebes, compras millonarias de terrenos patagónicos, inversiones ilegales y mucho más. El gobierno argentino ha decidido llevar a cabo una lucha contra los medios masivos alegando la necesidad de un control para no permitir los monopolios y promover una pluralidad de voces. Siguiendo de alguna manera los pensamientos de Ramonet, el aparato Kirchnerista ha creado una especie de quinto poder para así elaborar una ecología de la información, con el fin de limpiar, separar la información de la marea negra de las mentiras. La verdadera cuestión es si es realmente una lucha para mostrarle a la sociedad la verdad que los medios esconden o una maniobra para aumentar el modelo propagandístico oficial y acallar voces de la posible oposición. Será cuestión de esperar y ver.

6 de septiembre de 2012

olvidarme de todo ayer

Los ojos se desenfocan en un espiral mágico de infusiones caoba a medida que me pongo el blazer y pasás tus dedos blancos por mi espalda en un gesto que alterna la prolijidad de una profesional del amor y el cariño verdadero de dos corazones que se encuentran.
La noche fue agitada y quisiera olvidarme de todo ayer, pero la mañana nos recibe templada, con una calma climática que impregna de esperanza el comienzo de este camino que trazamos en búsqueda de una vida feliz.
Te ponés el vestido, tapando las curvas y marcas corporales de las risas nocturnas que horas atrás mi cuerpo le producía al tuyo. Encendés el ultimo cigarrillo de una cajetilla que se acabo pronto, demasiado pronto para una estabilidad emocional, y comenzás a echar humo por todo mi cuarto, sabiendo a cuestas cuanto me desagrada oler el tabaco quemado.
Nos miramos, sentados en puntos distantes pero directos mientras te preguntás a cuantas mujeres habré traído a mí casa, cuántas y cuáles habrán sido selectas para cruzar el umbral de privacidad que representa en una metáfora enferma la puerta de mi hogar.
Necesitarás toneladas de cariño y demostraciones afectivas, para las cuales nunca fui demasiado afanoso. Te dañaron de pequeña y tu infancia nunca pudo sobrellevar y curar la herida del alma. A todos nos cuesta respirar.
Debajo de toda la pose de mujer dura y segura de sí misma, que emana confianza con cada bocanada de nicotina, se encuentra una niña temblante cuan hoja otoñal, tímida y frágil de esencia.
Nos paramos y fundimos el uno con el otro en un abrazo que aliviana la presión. Ligeros flotamos entre sueños fugaces comunicándonos en un lenguaje divino, al que solo alcanzan elegidos por el agua pura del sentimiento real.
Los parpados se sellan y los labios se aprietan, los brazos pesados encadenados en la cintura del otro a medida que susurramos melodías entonadas. Alrededor vuelan fragmentos de nuestra memoria, bellos trazos que resplandecen en una incertidumbre oscura.
Miro el pasado, vuelvo del encantamiento que producía la vuelta y te digo la verdad: fui solo menos de lo que pude ser.
Me apretás la mano y te das cuenta que yo también estoy dañado.
Volamos y caemos, al suelo, a la realidad, a la mañana semanal que retrata la hora.
Nos desvestimos y acostamos en la seda. Comenzamos a jugar y recordamos, soñando y besándonos los labios.

Mejor no despertar.

28 de julio de 2012

tinta corporal

Me sacudo en medio de la cama, viajando en un trance que toma con una mano un sueño inyectado y la tortuosa realidad de la existencia con la otra.
Un ahogo ante la desesperación de una caída inconciente y despierto, mojado y sediento en una oscuridad de secretos.
Guitarras… guitarras de la noche invaden la carne y las pupilas se dilatan.
Carraspeos, una sonrisa silenciada y acordes equívocos nacen en el rincón más alejado de esta habitación perpetua.
Se prende un encendedor, destilando una luz cálida que rememora un momento kodak catalogado bajo la sección “sensaciones íntimas”, y se alumbra el rostro místico y rockero de aquel amigo incomprensible que todos tenemos luego de transitar los problemáticos y revolucionarios años de la adolescencia.
En ese instante, ante esa imagen que capsula toda la locura de la pesadilla etérea que es la vida, me doy cuenta lo que está pasando, y lo que va a pasar ante la sonrisa perversa de un individuo desquiciado por la negativa constante: me va a marcar.
He encontrado en lo profundo de mi orgullo la aceptación a la propuesta constante de tener dibujada en la piel un recordatorio de la memoria que invoque al pasado para disfrutar del presente y proyectar lo lejano, lo impensado: el futuro.
Luego de abandonar la cama, prender algunas luces blancas y dirigirme al cajón de excesos que guarda la ilegalidad de mi existencia en las básicas formas de polvos y plásticos, empapo la garganta con vodka y me siento al lado del individuo que, divertido, prepara sus armas.
Minutos después, cuando la botella rusa oscila el vacío que han dejado nuestros hígados embriagados, está listo para comenzar el ritual.
Me paro a su lado y le señalo la parte lateral de mi cadera, más fina y angosta que en momentos habituales. Los tragos amargos y tiempos tormentosos, acompañados de una dosis de dolor, se llevan, además del color del ambiente y momentos de calma y satisfacción, aquellos kilos que el estar bien atesora, porque ante la inmanejable tristeza y el paso represor de la depresión, el estómago se cierra y la comida pierde su sabor, sumándole a los problemas que vivir te genera una falta de apetito peligrosa que te enflaquece y golpea.
Coloca el pegajoso esténcil sobre la piel virgen y lo retira lentamente, comprobando que todas las letras se han pegado en su lugar.
Toma la aguja y me pica, de manera constante y eléctrica, dibujando una huella que el tiempo no podrá borrar.
Lo que en un comienzo molesta e irrita se transforma en una sensación excitante, una mezcla entre vértigo y vacío que carga de adrenalina mis venas pálidas.
Resulta placentero ver como esa eterna frase pronunciada por un artista alado y stereo se entierra para siempre en mi contorno, barriendo con cada letra la posibilidad de un atrás.

Una vez finalizado el proceso me miro al espejo, atontado por los efectos de la bebida, y sonrío, apagando nuevamente las luces y dejando el espacio en una negrura absoluta, tan negra como la tinta que observaré para el resto de mis días pintada en mi materia.

4 de junio de 2012

crónica de un recital al que no fui

The Horrors en La Trastienda El grupo de rock oriundo de Southend, Inglaterra se presentó el pasado Jueves a las 21 hs en el teatro La Trastienda por el marco de su gira mundial Skying Tour. The Horrors es una banda británica imposible de catalogar hacia un rumbo directo. En sus comienzos, allá por el año 2007 cuando sacaron su primer álbum titulado Strange House, mostraron un estilo post-punk que fue mutando en su siguiente disco Primary Colours hacia un sitio más oscuro, mezcla entre garaje y dark que le calzó a la perfección a Farris Rotter, excéntrico cantante con el que la agrupación cuenta. Finalmente, su último trabajo titulado Skying (que le da nombre al tour que los trajo a nuestro país) presentó pinceladas de un rock gótico y electrónico con el que alcanzaron un éxito comercial que se les venía negando. En este marco de espontánea fama mundial llevaron a cabo su debut porteño, en el modesto pero acogedor teatro La Trastienda ubicado en la calle Balcarce al 600. Las expectativas del show comenzaron en la fila que se da previo a todo recital, en el que los fanáticos se agrupan impacientes en los márgenes de la sala para aguardar que el momento llegue y las puertas se abran, permitiéndoles ingresar al auditorio. Una hora antes de la cita, a las 19 hs, la fila de espectadores, humilde y pequeña, comenzaba a impacientarse ante la negativa de los guardianes de los portones que con gesto adusto rechazaban cualquier ilusión de ingreso. Pasados 15 minutos, y ante la creciente cola de personas, comenzó el lento y pausado proceso de admisión al publico que entre cacheos y otras medidas de seguridad demoro casi tres cuartos de hora en concretarse. Al ingresar podía admirarse un teatro pequeño y oscuro, con un escenario en penumbras y numerosos sectores vacíos que tardaron más de lo previsto en llenarse. Luego de una eterna espera en la que no hubo ni banda telonera ni música de fondo, apenas pasadas las 21 hs las luces del escenario comenzaron a girar en un espiral multicolor, alternando matices azulados y rojizos, dando lugar a la entrada de The Horrors, encabezados por un tímido y narcótico frontman que automáticamente se paro en el centro de la escena, erguido en una pose que transmitía todas las sensaciones que uno puede encontrar en el variado repertorio de la banda que lidera. Con una voz oscura y grave saludó a los seguidores y pronunció algunas palabras inentendibles que fueron secundadas por un sonido áspero y sombrío de sintetizadores rudos que mutaron a un lugar más pop hasta entonar el particular riff de Mirror´s Image, tema con el que se abría el show. A medida que pasaba el tema y la voz de Rotter se hacía más y más oscura el sonido comenzó a subir hasta un nivel sublime y así se mantuvo durante Who Can Say y Can See Trough You, la faceta más alegre y bailable que se le puede extraer al grupo. Finalizado el frenesí desatado por los primeros 3 temas el ambiente bajó las revoluciones con Changing the Rain, un viaje sensorial de guitarras distorsionadas y coros robustos. Sin dejar de tocar, como si todo fuese parte de un gran y hermoso tema, empezó a sonar de manera hipnótica y mística Dive Inn, que sin previo aviso se transformó en Endlees Blue, un tema magnético y melancólico que depositó a los intérpretes y al publico en un estado oscuro y eclipsado. Sin avisar ni realizar el tradicional falso saludo, la banda abandono el escenario, poniéndole fin a la primera etapa del show. Llegando a las 21.40 hs la música volvía a sonar y Joshua Hayward, el andrógeno y enérgico guitarrista principal apareció en escena desgarrando el ambiente con acordes crudos y enfurecidos, entonando Sea within a Sea. Cerca de las 22 hs la banda presento Still Life, canción ganadora de varios premios y caballito de empuje con el que cuenta la formación, y durante los 6 minutos que se extendió, la voz de Rotter casi fue opacada por una audiencia acompañante y emocionada. Cuando el reloj marcaba una hora del comienzo, la banda emprendió la despedida entonando You Said, para momentos después cerrar con Moving Further Away, una faceta de melodía ambiental con la que la banda ha experimentado en los últimos tiempos. Así, dejando un sabor agridulce en la boca de los espectadores, los 5 muchachos lookeados en una combinación entre Robert Smith y Joey Ramone, abandonaron el escenario con un saludo gestual y un paso cansino y tambaleante. 70 minutos duró la presentación de The Horrors, que, inteligentes y egoístas, dieron lo justo y necesario para consolidar una sólida performance pero menos, mucho menos de lo que las 1000 personas que corearon sus nombres esperaban, garantizándose expectativas y ansias, por otro show más.

15 de mayo de 2012

el capricho

Recorrés el prado preocupada pero con emoción, excitada por la incertidumbre de un edén solitario y hermoso.
A medida que avanzás el entorno parece volverse hacia vos, observarte con delicadeza y un dejo de admiración.
Te encanta, te infla.
Arribás al arroyo más cristalino que hayas visto en tu vida y bebés el agua, tragando la frescura celestial de un creador generoso y publicitario.
Dispuesta a nadar en aquella laguna de paz, atinás a sacarte la ropa que cubre tus curvas, pero al bajar la mirada te das cuenta que estás totalmente desnuda, expuesta a cualquier mirada inquisidora y espía que busque en tus texturas placeres indebidos.
Amagás a cubrirte pero una pícara sonrisa se dibuja en tus labios: fantaseás con que admiren tu cuerpo, que alguien en este gran mundo blanco pervierta su pureza con tu línea y se acaricie pensando en tu piel.
Te zambullís en el líquido y comenzás a dar largas brazadas hasta que de repente notas un movimiento, una silueta, y finalmente, un rostro mirándote a metros de la orilla detrás de un arbusto a medio esconder.
Actuás, pretendés que no notaste al muchacho que se droga al verte saltar en el agua.
Te dirigís por un instinto desconocido en este presente sin ayer. La fé es algo superficial y te sentís una estrella mientras seguís con tu mano una exploración animal de tu belleza.
El hombre, tímido y atontado, encara a tu zona con una actitud que combina confianza y duda.
Tu cara vende deseo y caminás hacia él, dejando caer el agua con cada paso y descubriendo tu cuerpo, que es analizado minuciosamente por la mirada extasiada del individuo.
La distancia se anula y la soledad parece algo lejano e impensado. El hombre alarga sus dedos hasta tu panza y vuela tu cabeza cuando toca tu alma.
La vida se llena de color, olvidás todo el odio que sentías en palabras calladas y te cargás de una esperanza lujuriosa digna de los animales mecánicos que en realidad son los hombres, mientras experimentás un dolor placentero que te hace tocar el cielo con las uñas.
Caminan juntos, de la mano y a la par por esta naturaleza nueva y fresca, cuando visualizás ese arbusto oscuro y prohibido que te pidieron no tocases al darte la entrada mortal. Guiás al muchacho y comenzás a jugar con la corteza, posándote distraída en la búsqueda de ser amada por un ente hipnotizado que deambula descostillado e igual.
Envalentonada por la adrenalina del pecado arrancás una manzana y le pasas tu lengua por su rojiza cáscara, calentando el ambiente y sacudiendo los cimientos.
Rodeás su cuerpo y le colocás el fruto en su boca, que sin dudar muerde con hambre carnal.
El espacio comienza a sacudirse, se tensa la creación y nacen ruidos góticos que anticipan el desenlace inminente.
Aparece un encapuchado distorsionado que sonríe mientras tira para arriba la manzana mordida y la ataja en su caída, jugando divertido con la transgresión de la falta.
De él salen bocanadas de humo negro que se disipan por la raza y viajan hasta la médula de una especie unida  y hedonista.

El mundo se ha pervertido, y todos padeceremos las consecuencias del capricho de esa manzana prohibida.

31 de marzo de 2012

bloqueo

El mundo ha perdido su gracia, estoy solo en un mar de gente y ruido que remite a una mudez blanca.
Mis ojos no ven a través de las membranas, se quedan, incapaces, con lo frívolo de una realidad aburrida e insulsa. Transito los días envuelto en una manta ambiental que me aísla de toda sensación, una pared en la que me apoyo para no sentir. He noqueado mis sentidos, podrías entenderlo si escucharas mis silencios.
Duermo despierto pero no sueño, es un lujo que no me puedo costear. En cambio permanezco, medio apagado medio encendido, en un reposo nebuloso en el que no caben 2.
Hubo un tiempo en el que perseguía con fervor una felicidad idónea, anhelaba despertar con ella, cantaba a la par de un dios estéreo y disfrutaba la belleza de respirar.
Quisiera saber por qué se quebró el cristal, cual fue el elemento que destruyó el prisma que coloreaba el camino.
Ya ni recuerdo su nombre, se desvanece la memoria que tanta fuerza hice para encerrar en un corazón que no resistió la presión y se endureció, ahogando un espíritu lagrimeante. No logro escuchar su voz, oler su aroma a luna ni sentir sus caricias medicinales.
Las cosas se desmoronaron, cambiaron de lugar. No te preocupes, he bloqueado el verbo y fortalecido lo frágil.

Esperame, teneme paciencia, me encontrarás cuando camine hacia la luz y pueda abrazarte, sintiendo todo lo que alguna vez pude sentir.

21 de febrero de 2012

canción para nadar

Se pinta de celeste mi cuerpo y distorsionan las formas ante una mirada mojada, sumergida. La belleza de la creación adopta una visión lisérgica: el agua nos droga.
Oigo las burbujas emerger de tu boca mientras tu garganta explota una verdad acústica.
Nadamos, alados en un mundo acuático y desenfocado, repleto de colores y sirenas.
No recuerdas el pasado, el amor lo es todo.
Te movilizas con una gracia divina y emulas la ninfa que en alguna vida pasada claramente fuiste. Te observo, maravillado ante tanta hermosura, y me doy cuenta que esta decisión ha afectado el curso de mi vida. Ya no puedo volver atrás, al que fui, al que volaba por las ramas, patinaba sobre polvos anaranjados y desataba remolinos entre lágrimas. Tome tu mano cuando me la ofreciste sin pestañar, calle el sentimiento libertino y me uní en un abrazo vegetal, echando raíces con nuestro amor.
Me invitaste a vivir en tu mundo líquido y deje de sentir las cicatrices, permitiéndole a las heridas descansar, ahogando el dolor. Disimulando mi sonido, rescataste mi sueño cuando ella lo había pisado, lastimando mi espíritu incierto. Besaste mis labios y me acompañaste en mis pasos, dejando 4 huellas en lugar de 2.
Das una pirueta siguiendo una canción que mi pasado todavía canta para hacerme saber que sigue ahí, que viví. Cada movimiento es un paso de baile que mantiene el ritmo de esta melodía que con tu armonía dibujas en mi memoria, permitiéndome recordar cuando la nostalgia cubre el sol.
Te acaricias el pelo y me sonríes, despertando cosquillas en un estomago sin hambre.
Suena el océano, siente Dios las campanadas de nuestro amor.
Las distancias se acortan y nos acariciamos, silenciando todos mis temores. Nos abrazamos y vuelan pájaros entre nosotros, aves submarinas de matices turquesas que nacen con cada gesto de sentimiento y nos rodean en un tornado de mar.
Tu sonrisa  gatilla el corazón y dispara tiros con cada latido.
Sin soltarme del brazo me indicas el camino, señalando con la mirada la profundidad del horizonte. No hay nada que pensar, mis piernas ya patalean con una gracia despreocupada el presente y desamarran mis cuerdas, acompañándote en un coro universal que colorea mi voz con la tuya.

Te acompaño y nos marchamos, nadando por las aguas del tiempo, unidos por la música que solo nuestras almas saben crear.