21 de diciembre de 2008

quebradura familiar

Cuando pienso en el pasado, en mi niñez vienen a mi cargada mente miles de recuerdos, algunos importantes, algunos normales, pero todos en su conjunto forman y formarán mi pasado.
Hubo risas, aventuras y juegos, caricaturas y salidas, inocencia y hazañas.. pero al otro lado de los recuerdos optimistas se encuentran aquellos que lastimaron, y el que más me.. marcó, se podría decir, ocurrió hace mas o menos 5 años…
5 años ya.. quien diría que pasó tanto tiempo?
Las cosas en casa venían medio mal entre mis padres, pero ese último tiempo la atmósfera era insostenible.
Las peleas caracterizaron el aire de mi casa por semanas… meses.
Sería agotador relatar las peleas y los gritos, dado que son incontables y la verdad, no tengo ganas de recordar. , pero ese último día si lo recuerdo, como si hubiera pasado ayer.
Eran vacaciones de verano, corría ya el mes de enero y el calor agobiaba el dia.
Mi hermana y yo nos levantamos tarde como siempre ocurre en los veranos, y las caras de mis padres mostraban una depresión que no era usual.
Nos sentamos en la mesa y el silencio daba miedo.
Nosotros lo sabíamos, lo suponíamos pero no queríamos que lo afirmaran.
Nos invitaron a sentarnos, y con tono resignado nos dijeron que papa se iba de casa por un tiempo, nos callamos un rato tratando de entender lo que se venía, el ingrato fin.
Mamá, con ojos llorosos trataba de sonreir aunque solo lograba una mueca que no era convincente, y nosotros notábamos el dolor.
Papá, con una leve sonrisa, esperaba una respuesta, que no llegaba..
Nos abrazó y con tono paternal nos dijo: "todo va a estar bien".
Mamá seguía sollozando en su silla, encogiendo los hombros tratando de escapar a la situación.
El día pasó lenta y duramente.
Llegó la noche, y papa armó los sus apesumbrados bolsos que contenian 19 años de su vida.
El apagado timbre sonó y apareció en escena Dani, lejana tía que ocasionalmente aparecía con nuevas historias, nuevos cuentos.
Nos abrazó mientras papá llevaba sus cosas al living y miraba su alrededor con la blanca mirada llena de nada, como siempre, sin demostrar demasiado.
Dani se fue a la cocina con mamá mientras papá, parado en la puerta de la cocina, nos miraba.
Lucila, mi hermana, con la mirada destrozada, rompió el puro silencio con un fuerte abrazo y un sentido: papá te quiero.
Se fue al baño rápido, las lágrimas se escondían.
Me quedé solo con el mientras me miraba, sonriente pero triste.
Me acercó y y puse sus inércicos brazos alrededor de mi pequeño cuerpo.. tal vez el abrazo más sentido que me ha dado en mis recuerdos.
Me dijo que me quería, que todo iba a permanecer igual, y repentinamente una pequeña lagrima corrió por su cara.
Dani salió de la cocina, y papá nos dijo que nos fuésemos con ella, era claro que no quería que lo viésemos partir..
Abrazos y palabras terminaron la noche y nos fuimos con Dani, que con sus leyendas e historias trató de despejarnos durante la noche.
Cuando recuerdo aquel día de enero, surge la duda, el enigma mental sobre que fue lo que más me impacto…
La ida de papa, o el, por primera vez, verlo llorar.

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